martes, 10 de diciembre de 2013

La policía de la democracia


Muchas veces ante casos de abusos policiales se suele argumentar "son policías formados en la dictadura". Pero ocurre que ese argumento ya quedó obsoleta. Prácticamente no quedan agentes formados por la dictadura. La gran mayoría se formaron durante estos últimos 30 años. Es decir son policías hijos de la democracia.

¿Y qué tenemos? Una policía que se volvió una fuerza autónoma con un Estado totalmente ausente. Lejos de buscar una fuerza profesional que cumpla estrictamente la ley, este trabajo que debería ser una vocación se convierte en apenas una salida laboral con un sueldo estable.

Así se llegó a lo que estamos viviendo ahora. Fuerzas policiales dejadas a su suerte que (sin que sea justificativo) se llenaron de vicio y corrupción. Y también fueron constantemente encubridoras de sí mismas. El poder político solo estuvo para usarlas cuando fue necesario. Entonces se rebela para pedir mejores condiciones y de paso pedir que no se corte su impunidad. Se acuartela y libera zonas para el delito, lo cual no es otra cosa que blanquear las zonas liberadas que dejan a diario.

Esa es, a 30 años, la policía que supimos conseguir. Una agencia armada para el delito y los manejos políticos. En estos mismos momentos la policía tucumana está reprimiendo salvajemente a los ciudadanos que pedían seguridad y que frenen los saqueos. Horas más tarde que Cristina llamó a democratizar las policías y a no hacer caso a extorsiones. Hermosa manera de comenzar la "democratización".

Por más purgas que haya la mentalidad y objetivos de la policía serán los mismos: Encubrir la delincuencia y mantener la desigualdad social. Esa es la policía que la democracia logró engendrar. Y la que intentará mantener, disputas políticas al margen.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Acuartelamientos policiales y saqueos


¿Qué postura se debe tomar ante estos sucesos recientes? Lo que empezó en Córdoba se extendió por gran parte de las provincias. En la mayoría de ellas la situación logra controlarse rápidamente y las olas delictivas se detienen. Pero no deja de ser un peligro para la estabilidad social y política.

Desde El Telescopio apuntamos lo siguiente:

_Los reclamos policiales son justos, ya que a ellos también los afecta la inflación. En ese caso se puede decir que la génesis del conflicto está en la situación social y económica reinante.

_Lo que no es justo es que en este caso las autoridades políticas si acepten sus reclamos y ofrezcan soluciones, mientras que en el caso de otros trabajadores, incluso trabajadores estatales, no se acepta ni siquiera dialogar.

_La metodología de protesta del acuartelamiento es criminal e irresponsable. No se puede dejar a ciudades o provincias enteras sin ninguna clase de protección. Que los ciudadanos queden a la intemperie es responsabilidad tanto del gobierno (provincial o nacional) como de las fuerzas policiales.

_En el debate entre Provincias o Nación, es cierto que las autoridades provinciales si tienen la primer responsabilidad en cuanto a incidentes relacionados con las policías de su jurisdicción. Pero en el caso de sucesos como los de Córdoba el Estado Nacional si tiene la responsabilidad de intervenir por ser casos de extrema gravedad.

_Las causas de los saqueos deben encontrarse, por un lado en bandas organizadas seguramente con fines claros, por el otro en una desigualdad social que lleva a la gente a unirse. Como sea, que los policías acuartelados no quieran hacer nada para frenar esos saqueos, como ya se dijo, es criminal e irresponsable.


Por lo tanto desde El Telescopio exigimos atender al reclamo del personal policial así como a todos los reclamos de todos los trabajadores, tanto estatales como privados. Salario mínimo, vital y móvil que asegure la subsistencia y el poder llegar a fin de mes.
También exigimos que se haga justicia con respecto a los responsables de los saqueos y a los amotinados que provocaron el descontrol. Asimismo que se realice una purga dentro de todas las fuerzas (policiales, de seguridad y armadas) para terminar con la corrupción y la delincuencia interna, así como con los abusos sobre la población.
Que frenen los acuartelamientos totales y que esta modalidad de protesta imprudente y extorsiva no se vuelva a realizar.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Córdoba como una representación del país


Los recientes y lamentables hechos en Córdoba son un fiel reflejo del país. Cada imagen es una postal de esta realidad en que vivimos.

_Una situación social acuciante. Aumento de la desigualdad y la pobreza. Bajos sueldos y malas condiciones de trabajo, no solo para los policías. Si los saqueos estuvieron armadas eso no quita que haya esa desigualdad después de todo por algo consiguieron tanta gente que se prenda a eso.

_Vecinos que deciden armarse y hacer justicia por mano propia. Sin un Estado los vecinos deciden tomar las riendas. Claro que no se trata de ningún comunismo o autogestión, sino de una guerra de pobres contra pobres: Los que salen a saquear contra los que defienden sus pertenencias.

_Una policía corrupta y narcotraficante que fue denunciada en las últimas semanas. ¿Será mucha casualidad? Es también una policía que es utilizada como mano de obra barata para el poder político. Lejos de convertirse en una vocación ser policía se convierte en un laburito con sueldo fijo. Y esa falta de vocación deriva en la corrupción y los negociados.

_Una enorme interna por parte de un gobernador no alineado que busca ser presidente y un gobierno nacional que busca sofocar a los que no están bajo su mando (¿a alguien le asombra que los escándalos narco sean en Santa Fe y Córdoba?). En el medio los ciudadanos. Nuevamente se confunde al Estado con el partido y lo que debería ser el trato entre un Gobierno Nacional y un Gobierno Provincial en una simple interna de un partido político. Como dije en una entrada anterior, en ese sentido el PJ se acerca a los regímenes totalitarios.

_Pero en el fondo ambos gobiernos responden a los mismos intereses. Hace apenas unos días patotas de la UOCRA, el sindicato K del ex-agente del batallón 601 Gerardo Martínez, "colaboró" con los intereses de Monsanto y por extensión del gobierno cordobés en Malvinas Argentinas, desalojando violentamente a ambientalistas que protestaban contra esa multinacional criminal y perversa, la cual es también defendida por el Gobierno Nacional.

Entonces, en resumen, vemos una interna política. En el medio idiotas útiles y víctimas. Y por encima de todo eso un esquema macabro de desigualdad, clientelismo, corrupción y falta de legitimidad. No es Córdoba. Es todo el país.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Décadas de caudillismo y feudalismo


La reciente elección de Claudia Ledesma Abdala en Santiago del Estero es en los hechos una reelección del actual Gobernador, el radical K Gerardo Zamora. La Provincia que durante más de medio siglo estuvo en manos del clan Juárez vio renovado su aparato político con una gestión radical que nada tenía que envidiarle a sus predecesores: Nepotismo, justicia adicta, crímenes políticos y un control absoluto sobre la Provincia. Sin dejar de lado casos de corrupción o enriquecimiento. La base está en el poder paternalista de un patrón de estancia.

No es el único caso. Resaltan hoy el día el gobierno de Alperovich en Tucumán, el de Insfrán en Formosa o el de la familia Sapag en Neuquén. Pero también conviene recordar ejemplos históricos: Los ya mencionados Juárez en Santiago, los Menem y los Yoma en La Rioja, los Rodríguez Saa en San Luis, los Saadi en Catamarca, los Romero en Salta y otros similares. Incluso se pueden agregar a intendentes del Conurbano como Ishii en José C. Paz, Curto en Tres de Febrero, Othacehe en Merlo o Pereyra en Florencio Varela.

Y por supuesto que no se puede dejar de lado el caso santacruceño. Los Kirchner durante más de una década gobernaron Santa Cruz como si de una propiedad personal se tratara, compartiéndola con sus socios y empresarios amigos. Desde el Gobierno Nacional siguen tratando a la Provincia de esa manera, interfiriendo en su política constantemente.

Al igual que con los caudillos del siglo XIX el origen del surgimiento de estas formas de gobierno se origina en lo fragmentado y poco unificado del territorio. El unitarismo, la concentración de la riqueza en pocos puntos. Un esquema de país desigual. Y los beneficiados de ese esquema son aquellos que en sus provincias se levantan contra el poder central o negocian con el mismo. Así se origina su representación y su "legitimidad", la cual se basa fuertemente en el personalismo.

Y eso se traduce al ahora. Provincias que están atrasadas con respecto a los puntos más desarrollados tienen en esos gobernadores a sus representantes ante el poder central. Se convierten entonces en los garantes de la paz y la seguridad, tanto dentro de la provincia como fuera de la misma. Por supuesto que esa "paz" y esa "seguridad" se hace a costa del atropello a las instituciones, los negociados espurios y el autoritarismo.

La solución para estos esquemas de poder retrógrados y anti-republicanos se encuentra en la conformación de un país realmente federal e integrado que fomente el desarrollo social, económico y cultural de todo el territorio. Solo de esa forma, con un modelo de integración y un régimen de coparticipación efectivo, en el marco de proyectos a largo plazo de desarrollo y un sistema de impuestos progresivo, se podrá terminar de una vez con el subdesarrollo. Y solo de esa forma, acabando con el atraso, los valores democráticos y republicanos van a poder sobreponerse a las ambiciones personales y el pisoteo a las leyes.