miércoles, 13 de noviembre de 2013

Narcotráfico, drogadicción y legalización.


El narcotráfico solo se puede combatir con la acción firme del Estado mediante la Justicia y las distintas Fuerzas (Policiales, de Seguridad y Armadas). Solo de esa manera los narcotraficantes serán combatidos. No puede dejarse de lado tampoco la importancia de campañas de prevención dirigidas sobre todo a los más jóvenes.

Desde el lado de la organización popular, desde "abajo", además de denunciar a los que venden la droga, la clave está en la conformación de espacios de enseñanza, deporte y otras actividades recreativas que alejen a los sectores más carenciados (más que nada niños y jóvenes) de la droga y la delincuencia. Esto sin dejar de lado cualquier eventual ayuda estatal que se pueda recibir.

Pero el gran error está en pensar que el problema de la droga (tanto el narcotráfico como la drogadicción) se combate con su legalización. Es una mentira que seguramente responda a ciertos intereses turbios.

Con respecto al narcotráfico ¿de qué manera eso se vería menguado con la legalización? Los narcotraficantes verían su negocio blanqueado ¿eso en qué los perjudica? Alguno dirán que entonces se regiría por la libre competencia y que además al estar regulado seguramente ofrecerían "productos" más "sanos".

Esta es una visión irreal. Veamos lo que pasa hoy con el alcohol ¿los sectores carenciados prefieren tomar un vino caro o una cerveza cara, o se conforman con la más barata que encuentran? ¿por qué con las drogas hoy ilegalizadas si fueran legales pasaría algo diferente? Hoy en día es más barato el paco que otras drogas, y el paco es un éxito. Aplicar una lógica de libre competencia o de utilidad a las drogas es un error si se observa que lo que buscan esas víctimas es lo más barato y lo que más "pegue".

Por otro lado, que haya una venta blanqueada no implica, como algunos quieren hacer creer, que su tráfico ilegal deje de existir. Hoy hay venta de armas legal, y sin embargo el contrabando es enorme. También es legal vender ropa, y el contrabando de ropa sigue con buena salud.

En esta realidad, con generaciones enteras quemadas por el paco, enfrentamientos de bandas armadas por el control del negocio, fronteras liberadas, políticos metidos y policías que protegen, la legalización no serviría de nada cuando lo que se requieren son soluciones inmediatas.

Algunos dirán que el alcohol y el tabaco que son drogas más peligrosas están legalizadas. Bueno, pero entonces nivelemos para arriba, no para abajo. Que la lucha contra la drogadicción incluya también la lucha contra esas drogas legales. No hay que prohibirlas obviamente, pero si desalentar su consumo. Y legalizar las que ahora sin ilegales sería impulsar la estupidización.

Con las plantas naturales con propiedades psicotrópicas, como la marihuana, el peyote o la ayawasca, no vería mal su legalización, sea su tenencia o su siembra, incluso su venta. Pero siempre como producto natural y sin intervención de laboratorios.

Por todo esto, desde este humilde espacio, repudiamos toda maniobra que pretenda utilizar al narcotráfico o la drogadicción como excusa para la legalización. Creo que el combate a ambos flagelos debe pasar por el lado de la prevención y la persecución a los criminales (los que la trafican, no los que la consumen), y por la despenalización a quienes están inmersos en ese mundo. Legalizarla sería dar varios pasas para atrás en esta lucha.

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