martes, 1 de octubre de 2013

Del 1 a 1 al modelo: Una historia cíclica

“La historia se repite, primero como tragedia y después como farsa”. Y cuanta razón tuvo, al menos en cuanto a Historia argentina se refiere.

Por allá lejos a comienzos de los 90 Menem y Cavallo gestaron el 1 a 1, el plan de convertibilidad, un plan tan liberal y ortodoxo que fijaba el tipo de cambio por ley.

Este modelo sirvió para cortar con la hiperinflación pero solo duró un tiempo: Cuando se terminaron las privatizaciones y cuando ya todas las empresas extranjeras se habían asentado no quedó más nada que hacer. No entraban capitales, los que entraban se iban afuera y las balanzas comerciales eran cada vez más deficitarias.

Ese plan ya no tenía vida a los pocos años, entonces la solución fue nada más y nada menos que el endeudamiento externo, poniendo en severo riesgo las cuentas de la Nación hasta nuestros días y más allá.

El modelo K arranca en default y con una crisis a sus espaldas. Luego de consagrar y ratificar las políticas de Duhalde nace el "proyecto nacional y popular" consistente en una moneda relativamente competitiva en el marco de un boom de la soja y la salida del default.

Pero ese modelo tenía una contrapartida: La concentración económica, la inflación que pronto desvalorizó la moneda, la profundización de un modelo extractivista agro-minero-exportador sin valor agregado y, para pagar las deudas externas, el endeudamiento interno vaciando el BCRA y el ANSES.

Este año con una situación que ya se vuelve insoportable intentaron un blanqueo que fue un fracaso. Los cedines fueron un fracaso también. Por lo tanto extienden el blanqueo unos meses más a cambio de otorgar una especie de bono patriótico para que entre todos los dólares posibles, blancos o negros. Un bono que no se diferencia mucho del que emitieron De la Rúa y Cavallo en el 2001 cuando ya la crisis era inminente.

A todo esto que estamos viviendo hay que agregarle el cepo al dólar que según la Presidenta no existe.

A estos dos ejemplos, el 1 a 1 y el modelo K, se les pueden agregar otros hitos de la democracia: Plan Austral, Plan Primavera, Plan Bunge y Born, Plan Bonex, el Megacanje, el Blindaje, el Corralito, la Pesificación Asimétrica... todos esos coinciden en dos cosas.

La primera, en salvar a las corporaciones y al poder político a costas incluso de saquear el país. Y dos, en que los platos rotos siempre los pague el pueblo.

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