viernes, 20 de septiembre de 2013

Entre la burocracia y la negligencia


El día de ayer hubo paro en las líneas San Martín y Belgrano Sur de parte de La Fraternidad, el gremio de Omar Maturano. La causa era su negativa a que los exámenes de alcoholemia y de drogas se los realicen enfermeras, pedían que se los hagan profesionales. El Ministro Randazzo expresó con vehemencia que estos paros lo tienen harto y que no van a joder con él.

En este caso nos encontramos en una clásica situación de conflicto en el seno de la clase dominante.

Randazzo, lejos de representar una revolución ferroviaria, representó en este tiempo en el que la cartera de Transporte pasó a su Ministerio la continuación del saqueo y el vaciamiento ferroviario. No se construyó más nada ni se incentivó la industria ni se hicieron grandes obras, salvo algunas medidas aisladas. La supuesta "estatización" es un pase de negociados y un rescate a los empresarios corruptos. No hay plan ferroviario nacional, solo un cambio de mando. Y el constante ataque a los motorman (justificado en muchos casos) no deja de ser una cortina de humo para tapar su responsabilidad como Ministro.

Y la Fraternidad tampoco es un sindicato que uno pueda tildar de combativo. Hasta no hace mucho había gente de este sindicato en el consejo directivo de la ferroviaria estatal que fueron desplazados por estos conflictos. Hace unos años el lider sindicalista Omar Maturano festejó los 120 años de la Fraternidad junto a Moreno y De Vido. Y este año elogió la política ferroviaria de este Gobierno, diciendo que "desde 1958 a 2003 ningún gobierno nacional le dio tanta importancia al ferrocarril como el ex presidente Néstor Kirchner". La Fratenidad encabezada por Maturano fue cómplice del desguace y el vaciamiento. Si hoy habla en contra es porque se quedó afuera.

Por todo esto insistimos en que la recuperación del servicio ferroviario no puede delegarse ni en el gobierno saqueador ni en el sindicalismo cómplice.

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