martes, 17 de septiembre de 2013

Yrigoyen y Cristina: Cuando la realidad supera la ficción

En 1928 es electo presidente por segunda vez el radical Hipólito Yrigoyen. En su segundo mandato debe afrontar una aguda conflictividad social producto de una grave crisis económica a nivel mundial que afectó también a la Argentina. Esa conflictividad se tradujo no solo en la sociedad sino también en la política, donde a la tradicional oposición por parte de los conservadores y los radicales anti-personalistas se le sumó también la presencia de los militares como factor de poder desestabilizador. Todo eso conduciría al golpe de 1930.

Por aquellos años se decía que el Peludo (apodo que recibía Yrigoyen por su carácter introvertido y poco mediático, vivía "adentro de su cueva") contaba con un diario propio que le dibujaba la realidad de tal manera que lo dejaba impermeable ante la crisis que había en el país. Eso sería el origen de la expresión "el diario de Yrigoyen" que se utiliza para referirse a aquellos medios que son obsecuentes con cierto poder (político o empresarial).

Este diario fue en realidad una leyenda. No existe evidencia alguna de que Yrigoyen tuviera un diario especial o una edición especial de alguno. Fue una calumnia propia del golpismo de aquel entonces que contaba con referentes como los generales Uriburu y Justo, el escritor Leopoldo Lugones y el diario Crítica.

Pero lo que en el siglo pasado fue una leyenda en el año 2013 es una realidad. Hoy no hay dudas de que existe "el diario de Cristina". Los medios oficialistas de aquel enorme conglomerado que busca "combatir la concentración de medios".

La reciente entrevista que dio la Presidenta en Canal 7 es la muestra más cabal de este aislamiento periodístico. Solo le concedió una entrevista a un periodista hiper-oficialista en un canal oficial. Entrevista en la cual no hubo repreguntas ni preguntas incisivas, sino que fue un soliloquio con asistencia. En vez de preguntarle sobre la marcha de la economía o la seguridad el periodista le tiró centros para que desarrolle las virtudes del "modelo".

Igualmente hay que hacer una salvedad: Cristina no tiene su diario. Tiene también sus canales de televisión y sus estaciones de radio. Más que el diario de Yrigoyen tenemos el grupo mediático de Yrigoyen.

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