En estos 30 años de democracia con represores impunes y desaparecidos en democracia (Miguel Bru, Luciano Arruga, etc.) hay un testigo desaparecido. No fue el único testigo en una causa por el terrorismo de Estado secuestrado y amenazado por sus anteriores captores pero es el único que aún permanece impune.
El Estado Nacional y Provincial que hace 7 años debió protegerlo y que, de última, debió encontrarlo sano y salvo, dejó actuar a sus secuestradores hasta el día de hoy. Los encubrió y entorpeció a la justicia. Después de haber estado desaparecido en la dictadura y de haber sido desaparecido en el 2006 intentan ahora hacerlo desaparecer por tercera vez, dejando su causa en el olvido. En este encubrimiento y esta complicidad fueron cómplices las organizaciones de DDHH que olvidando sus banderas de décadas atrás se vendieron al Gobierno.
A 7 años no se puede permitir que el olvido triunfe. Es necesario seguir exigiendo APARICIÓN CON VIDA DE JORGE JULIO LÓPEZ y CASTIGO A LOS RESPONSABLES DE SU DESAPARICIÓN. Y denunciar la COMPLICIDAD ESTATAL.
Recientemente se presentó un habeas corpus. Que a 30 años de la recuperación de la democracia se presente un habeas corpus por un desaparecido es una derrota de toda la sociedad. Como siempre se dice cuando se debate el número de desaparecidos de la dictadura, uno ya es suficiente.
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